De Corazón a corazón: Cant 3,1-4 ("He buscado al amor de mi alma, y no lo hallé") / 2Co 5,14-17 ("El amor de Cristo nos apremia"); Jn 20,1-18: "Junto al sepulcro llorando… María… Maestro mío")

Contemplación, vivencia, misión: Es un poco difícil entrar en la terminología del Evangelio y de toda la Escritura, cuando la palabra "amor" hoy se ha desvirtuado, dejándonos el corazón vacío, como una cisterna sin agua. Pero Dios en el Antiguo Testamento y Jesús (Hijo de Dios hecho hombre) en el Evangelio, no hablan más que de enamoramiento, porque todo ha sido creado por amor y nos habla de su amor. La esposa de los Cantares (que representa al pueblo elegido) y la Magdalena junto al sepulcro de Jesús, buscan al Esposo. Quien busca es que ya lo ha encontrado. Sólo buscan así los enamorados. "Mi corazón se fue tras Él" (Bta. Inés T. Arias).

* En el día a día con la Madre de Jesús: No conviene apagar el rescoldo de "deseos" de verdad y de amor que todavía quedan en el corazón de cada ser humano. Pero hay que "soplar" en ese rescoldo para reavivarlo, prestando con gozo pequeños servicios a los demás donde Cristo nos espera. Magdalena, ya perdonada, perseveró con María, de pie junto a la Cruz.

AÑO DE LA FE: "La fe está vinculada a la escucha. Abrahán no ve a Dios, pero oye su voz. De este modo la fe adquiere un carácter personal" (Papa Francisco, LF n.8)