LAS TENTACIONES DE JESÚS EN EL DESIERTO.
4:1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.
4:2 Y después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre.
4:3 Y acercándose el tentador, le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.»
4:4 Mas él respondió: «Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.»
4:5 Entonces el diablo le lleva consigo a la Ciudad Santa, le pone sobre el alero del Templo,
4:6 y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán, para que no tropiece tu pie en piedra alguna.»
4:7 Jesús le dijo: «También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios.»
4:8 De nuevo le lleva consigo el diablo a un monte muy alto, le muestra todos los reinos del mundo y su gloria,
4:9 y le dice: «Todo esto te daré si postrándote me adoras.»
4:10 Dícele entonces Jesús: «Apártate, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a él darás culto.»
He querido hablar sobre las tentaciones de Jesús en el desierto partiendo de este texto de San Mateo porque me doy cuenta que para algunos es piedra de tropiezo, parece como si a este texto le dieran de lado y piensan: esto no puede ser cierto, les cuesta trabajo creer en la existencia del diablo y juzgan las cosas de Dios desde su pobre óptica del ego y así dicen: "esto no lo permite Dios" como si Dios permitiera lo que ellos quisieran.
4:1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.
Jesucristo viene de ser ungido por el Espíritu Santo en su bautismo en el Jordán. Y lleno de Espíritu Santo es conducido al desierto donde va a ser tentado por el diablo. Hay personas dentro de la Iglesia que creen, a la lectura de este versículo, que el Espíritu Santo y el diablo tienen un acuerdo para que Jesús sea tentado. Error.
No hay mejor manera para vencer al diablo que estar lleno del Espíritu Santo y el echo cierto de esta victoria de Jesús sobre el diablo nos indica que en Cristo ya lo hemos vencido. Por lo tanto, ¿que suerte verdad? Que por nuestra condición de cristianos ya lo hayamos vencido, pero cuidado que el diablo aprovechará la oportunidad que le sea más favorable para intentarlo.
4:2 Y después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre.
Que mejor momento para esta primera tentación que aprovechar un momento de debilidad humana, después de un ayuno de cuarenta días y cuarenta noche Jesucristo siente hambre.
4:3 Y acercándose el tentador, le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.»
4:4 Mas él respondió: «Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.»
¿De qué manera se nos puede acercar el tentador? De muchas y variadas maneras por ejemplo a través de un pensamiento, a través de una experiencia extrasensorial, a través de un sueño, a través de una persona que nos habla, a través de un poseído, en presencia espiritual, tomando el cuerpo de una serpiente o de una alimaña, etc.
No sólo aprovecha el momento de debilidad humana sino que además te toca el orgullo; es decir: Si eres Hijo de Dios di que estas piedras se conviertan en panes. La respuesta de Jesucristo no se hace esperar y le contesta conforme a La Escritura, no hay titubeos, no da lugar a debates ni a diálogos. Así es como hay que tratar al diablo y no como algunos exorcistas que conversan con él, que le preguntan acerca de algún suceso, que les piden al poseído la entrega de informes, etc. Para luego hacerse famoso, vender libros; es decir, para recibir una compensación económica. Sobre estos se podría concluir que el diablo los tiene en nómina.
El hombre es un ser eminentemente espiritual, si fuera sólo materia con la muerte desaparecería para siempre pero el hombre trasciende la muerte y si la fe la tiene puesta en Jesucristo con Él se reunirá en el reino de los cielos ¡que mejor alimento que la propia Palabra de Dios!
Algunos creen que la única realidad de la vida es aquella que se produce desde la materia, la que nos llega a través de los sentidos olvidándose de la dimensión espiritual del hombre. Por eso como las tentaciones de Jesús en el desierto se producen en soledad, sin testigos oculares, hay clérigos y laicos, pero desde luego no cristianos, que dudan de la veracidad de las mismas.
El demonio y por ende el diablo es un ser espiritual, un ángel caído; Jesucristo, que al hacerse hombre, transmite al ser humano toda su experiencia de vida, era necesario derrotar al demonio, liberando al hombre de la tiranía del mismo, de la que estaba sometido desde que fuera expulsado del paraíso por desobediencia a Dios al ser engañado por la serpiente.
Sea cual fueren los hechos o la forma que adopten los protagonistas o de como se produjeron las tentaciones de Jesús en el desierto, siempre estaremos hablando de LA VERDAD, en la Palabra de Dios no hay engaño, la mentira solo procede del demonio. Y ojito, la mentira es siempre mentira, no las hay pequeñas, grandes o piadosas.
Así se explica que te encuentres exorcistas ejerciendo como tales durante treinta años y no se hayan encontrado nunca con un caso de posesión diabólica, claro, no creen en la existencia del demonio, por lo tanto tampoco en el Evangelio y los pobres endemoniados que les llegan son enviados al psiquiatra.
4:5 Entonces el diablo le lleva consigo a la Ciudad Santa, le pone sobre el alero del Templo,
4:6 y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán, para que no tropiece tu pie en piedra alguna.»
4:7 Jesús le dijo: «También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios.»
Aquí es el propio diablo el que tira de Escritura, salmo 91, y tienta a Jesucristo provocándole con la misma fórmula que en la primera tentación: Si eres hijo de Dios, tírate abajo.. No sólo es el diablo el que hace directamente este tipo de proposiciones, Jesucristo también las recibe a través de terceras persona; en mi cabeza resuenan algunas: "si eres Hijo de Dios, sálvate a ti mismo" o "no se le dará a esta generación otra prueba que la de Jonas" ante la insistencia de fariseos para que les demostrara sí realmente era el Mesías.
Es común en Jesucristo responder al diablo, en las tentaciones como ya estamos viendo, solo con la Escritura. A veces sufrimos ataques del propio demonio de diferentes formas, en ocasiones, como vea el diablo que te encuentras en un momento bajo a consecuencia de una separación, por el abandono de un padre o de una madre, por la pérdida de un ser querido, etc. el demonio es capaz de provocarte una depresión con tendencia al suicidio. Para liberarte de este ataque diabólico, lo mejor es como Jesús hace, recurrir a la Escritura. Yo tengo probado con éxito alguna fórmula: "Jesús Hijo de David, ten piedad de mí" o sencillamente el Padrenuestro. Cuando en pleno ataque diabólico recurres a la Escritura, el resultado es que donde antes había angustia, desesperación, etc. Esta desaparece y te llega La Paz, prueba evidente de que el demonio ha sido vencido y se ha terminado la depresión. Hay que decir también que no toda depresión es obra del maligno, para las personas que están en tratamiento por depresión, deben seguir con el mismo y orar para su recuperación.
En estas dos primeras tentaciones el diablo apela a su condición de Hijo de Dios para que demuestre si tiene el poder de cambiar la materia y de librarse de una muerte segura al arrojarse desde el alero del templo. En realidad lo que pretende es ser obedecido.En cierta ocasión, estaba ya en la cama a punto de dormirme, serían algo más de las doce de la noche, entre las doce y la una diría yo para no equivocarme, cuando de pronto siento una presencia, como un hálito que se introduce en mi y me viene a la memoria las palabras de Jesús de que el enemigo asalta tu hacienda para robar, en ese momento recurro a la Escritura y me pongo a rezar el Padrenuestro, ante esta oración el demonio se va lleno de ira, ahora con la experiencia que ya tengo en la lucha contra el maligno puedo identificar a ese demonio con Satanás, y se producen unos ruidos ensordecedores yo los identifiqué como el ruido que produciría la cabecera de madera de la cama al golpear contra la pared. Expulsado el demonio, me dormí tranquilamente sin que me volviera a molestar.Con el tiempo supe que pared con pared vivía en otra vivienda colindante con la mía, un hombre como de treinta años que padecía de esquizofrenia y que se terminó suicidando. Esta circunstancia arrojó claridad sobre el percance que tuve con el demonio, entendí que el vecino que padecía esquizofrenia en realidad estaba endemoniado y que Satán que lo poseía intentó asaltar mi hacienda y expulsado de mi casa, enfurecido como estaba, golpeaba contra la pared que compartíamos, la cabecera de la cama del vecino.
4:8 De nuevo le lleva consigo el diablo a un monte muy alto, le muestra todos los reinos del mundo y su gloria,
4:9 y le dice: «Todo esto te daré si postrándote me adoras.»
4:10 Dícele entonces Jesús: «Apártate, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a él darás culto.»
4:11 Entonces el diablo le deja. Y he aquí que se acercaron unos ángeles y le servían.
Discrepo, tengo que decirlo, de esa importancia suma que se le da a Jesús como personaje histórico, para mi lo importante de Jesucristo es que es un ser transcendente y que gracias a esa transcendencia los cristianos de todos los tiempos podemos vivir en Él como los apóstoles y discípulos de su tiempo. y que nadie se equivoque porque Jesucristo al ser verdadero hombre, nos abre la puerta a todos los que en Él creemos, para que como Él, seamos Uno con nuestro Padre Celestial.
Los mismos que dan a Jesús esa importancia tan grande y que la tiene, como personaje histórico, luego dudan de que las tentaciones sean históricas y como, según ellos, no hay testigos, dicen: bien se las ha podido inventar; es decir que pudiera ser mentira. y se quedan tan frescos.
Si un hombre es histórico, lo serán también sus hechos, sus pensamientos, sus emociones, sus experiencias tanto las externas como las mas íntimas, los vestigios que deje en su paso por la tierra como aquellos otros, que por ser realizados en la intimidad y sin testigos, solo tenemos su palabra.
¿Hay que tenerle miedo al demonio? lo importante es saber como actúa, estar atento a sus insinuaciones y mantenerlo a raya, sabiendo que interactúa con las personas y por lo tanto puede crear conflictos. El miedo juega a favor del demonio, se vale de el para aterrorizar a aquellos que son débiles en la fe. Pero si tienes una relación estrecha con Cristo, será el demonio el que sienta verdadero pánico.
En Agosto harán 18 años de mi conversión, Jesucristo me hizo participe de la Santísima Trinidad en una experiencia de Unidad con El Padre en el Amor (Espíritu Santo). De toda mi existencia como personaje histórico, esta es la gran realidad de mi vida; he sido niño, adolescente, estudiante, profesional, empresario, trabajador etc. de todo ello quedan vestigios de mi paso por este mundo, sin embargo, lo único verdadero y auténtico, es ese encuentro con El Señor.
18 años van hacer, en seguida, de mi asistencia a Las Bodas de Caná donde bebí del vino bueno, del vino de la conversión. Las Bodas de Caná son históricas, no cabe duda, ¿como se puede explicar, entonces, que 2013 años después, se sigan celebrando día tras día, realizándose en las personas el mismo milagro de la conversión?. El momento histórico de las Bodas, ha trascendido, Las Bodas de Caná son ya transcendentales y la Iglesia, congregación de fieles cristianos convertidos a Jesucristo y que han bebido del vino bueno.
Antes de mi conversión era una persona entregada a los placeres terrenales, como muchas personas viven: comidas, bebidas, juergas, mujeres, etc. Después de mi conversión todo esto perdió valor para mi y mi vida fue cambiando encontrando alegría en otros menesteres. Recuerdo que en una ocasión a la salida de Murcia, una mujer me hizo auto stop, paré y la recogí, cuando subió al coche me di cuenta, por su aspecto, que se dedicaba a la prostitución y muy probablemente estuviera en fase terminal de sida. En ese momento levanté los ojos hacia el cielo y dije para mis adentros: "Gracias Dios mío porque me has permitido ayudarte". Nada mas hacer esta oración de agradecimiento, fue como cuando tuve mi encuentro personal con la Santísima Trinidad, todo mi cuerpo se vio embargado por un éxtasis que lo recorrió en su totalidad. La pobre, que sin duda y después de aquello, moriría al poco tiempo, no fue capaz de hacerme ninguna proposición, quizás la desconcertó verse tratada como persona.Lucifer, es el nombre del diablo que poseía a esta persona a través de la cual, pero con la voz del demonio, me lanzó la tentación
Ya habrían pasado cerca de 10 años de mi conversión que me dedicaba a ayudar a personas poseídas por el demonio, conocí a muchas con este problema aunque fueron muy pocas con la que mantuve una relación mas estrecha; recuerdo a una persona en concreto (tengo autorización para hablar de ella aunque nunca diré su nombre) que siempre que el diablo entraba en ella, me llamaba y muchas veces comentaba con ella algún versículo del Evangelio, hasta que el diablo la dejaba; esta situación se producía todos los días varias veces y mira por donde, el diablo encontró el camino para tentarme, esta fue la tentación que, apelando a mi vida antes de convertirme, me hizo: "todas las mujeres y placeres que desees los pondré a tus pies si postrándote me adoras" y recordando las tentaciones de Jesús en el desierto, respondí: "¡Apártate Lucifer porque está escrito, al Señor tu Dios adorarás y solo a Él darás culto!". Después de eso el demonio se marchó.
¿Hay que tenerle miedo al demonio? lo importante es saber como actúa, estar atento a sus insinuaciones y mantenerlo a raya, sabiendo que interactúa con las personas y por lo tanto puede crear conflictos. El miedo juega a favor del demonio, se vale de el para aterrorizar a aquellos que son débiles en la fe. Pero si tienes una relación estrecha con Cristo, será el demonio el que sienta verdadero pánico.
Ya he entrado. Hay mucho que leer en tu blog. Un Abrazo. Y gracias por todo.
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