De Corazón a corazón: Jer 20,10-13 ("El Señor está conmigo"); Jn 10,31-42 ("El Padre está en mí y yo en el Padre")
Contemplación, vivencia, misión: La vida de Jesús es "misión" para bien de toda la humanidad. Su vida nos pertenece como el gran regalo de Dios. Los demás dones o regalos (todos pasajeros) son sólo preparación o "aperitivo". En Jesús descubrimos cómo es Dios Amor y cómo nos ama desde toda la eternidad: "Soy un pensamiento de Dios" (Bta. M. Inés; cfr. Efes 1,4ss). Cada palabra evangélica (también los gestos y silencios de Jesús) es un latido del corazón de Dios. Jesús la epifanía personal de Dios, siempre cercano ("Emmanuel", Dios con nosotros).
*En el día a día con la Madre de Jesús: María oyó decir a Jesús niño: "Mi Padre" (Lc 2,49). En la cruz, las últimas palabras que oyó de Jesús, fueron: "Padre -papá querido- en tus manos" (Lc 23,46).
*Alegría del Evangelio, renovación misionera: “La Iglesia está llamada a ser siempre la casa abierta del Padre … Todos pueden participar de alguna manera en la vida eclesial … Esto vale sobre todo cuando se trata de ese sacramento que es «la puerta», el Bautismo” (Evangelii Gaudium, n.47)
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