De Corazón a corazón: Hech 4,1-12 ("No hay otro nombre -Jesús- por el que debamos salvarnos"); Jn 21,1-14 ("Es el Señor… Venid y comed")

Contemplación, vivencia, misión: La "salvación" es el mismo "Jesús" en persona. Todas las "semillas" salvíficas que Dios ya ha sembrado en corazones y culturas, son "preparación evangélica", que necesita recibir una nueva gracia para dar el salto a la fe. Pero a Él nada ni nadie le puede suplir como único "Salvador del mundo" (Jn 4,42). Se ha hecho "pan de vida" para todos. A Jesús se le descubre amando y siendo "pan partido" para los hermanos. Entonces nuestros ojos se abren a la luz.

*En el día a día con la Madre de Jesús: La Palabra que, ante la mirada de su Madre, "enmudeció" en la cruz, es ahora "pan de vida". Y todavía conserva "el sabor de la Virgen Madre" (San Juan de Ávila).

*Alegría del Evangelio, renovación misionera: "El Salvador nació en un pesebre, entre animales, como lo hacían los hijos de los más pobres …A los que estaban cargados de dolor, agobiados de pobreza, les aseguró que Dios los tenía en el centro de su corazón" (Evangelii Gaudium, n.197). Para San Marcos Evangelista, ver Año Litúrgico (Santos)