*Enc. REDEMPTORIS MISSIO (Juan Pablo II, 1990).

"La nueva evangelización de los pueblos cristianos hallará inspiración y apoyo en el compromiso por la misión universal" (RMi n.2)

"Hoy la Iglesia debe afrontar otros desafíos, proyectándose hacia nuevas fronteras, tanto en la primera misión ad gentes, como en la nueva evangelización de pueblos que han recibido ya el anuncio de Cristo" (RMi 30)

"Se da una situación intermedia (entre "ad gentes" y pastoral ordinaria), especialmente en los países de antigua cristiandad, pero a veces también en las Iglesias más jóvenes, donde grupos enteros de bautizados han perdido el sentido vivo de la fe o incluso no se reconocen ya como miembros de la Iglesia, llevando una existencia alejada de Cristo y de su Evangelio. En este caso es necesaria una «nueva evangelización » o « reevangelización »" (RMi, 33).

"Las Iglesias de antigua cristiandad, por ejemplo, ante la dramática tarea de la nueva evangelización, comprenden mejor que no pueden ser misioneras respecto a los no cristianos de otros países o continentes, si antes no se preocupan seriamente de los no cristianos en su propia casa" (RMi 34)

"Incluso en países tradicionalmente cristianos hay regiones confiadas al

régimen especial de la misión ad gentes grupos y áreas no evangelizadas. Se impone pues, incluso en estos países, no sólo una nueva evangelización sino también, en algunos casos, una primera evangelización" (RMi 37)

"La actividad misionera lleva a los pobres luz y aliento para un verdadero

desarrollo, mientras que la nueva evangelización debe crear en los ricos, entre otras cosas, la conciencia de que ha llegado el momento de hacerse realmente hermanos de los pobres en la común conversión hacia el « desarrollo integral », abierto al Absoluto" (RMi 59)

"La misión de la Iglesia es más vasta que la « comunión entre las Iglesias »: ésta, además de la ayuda para la nueva evangelización, debe tener sobre todo una orientación con miras a la especifica índole misionera" (RMi 64)

"Los Movimientos representan un verdadero don de Dios para la nueva evangelización y para la actividad misionera propiamente dicha" (RMi. 72)

"Para la misma « nueva evangelización » de los pueblos cristianos, el tema misionero puede ser de gran ayuda" (RMi 83)

"La tendencia a cerrarse puede ser fuerte: las Iglesias antiguas, comprometidas en la nueva evangelización, piensan que la misión han de realizarla en su propia casa, y corren el riesgo de frenar el impulso hacia el mundo no cristiano" (RMi 85)

"Veo amanecer una nueva época misionera… Como los Apóstoles después de la Ascensión de Cristo, la Iglesia debe reunirse en el Cenáculo con « María, la madre de Jesús » (Hech 1, 14)" (RMi 92)  (Sigue en IV)