De Corazón a corazón: Dan 5,1-28 (Daniel interpreta los sueños del rey Baltasar, ante el juicio de Dios); Lc 21,12-19 ("Os perseguirán… por mi nombre, para que deis testimonio")

Contemplación, vivencia, misión: La comunidad de los creyentes está invitada a vivir en estado de persecución, sin caer en la trampa de una manía persecutoria. Jesús concreta más: "Seréis aborrecidos por todos". La clave es "por mi nombre", porque me seguís, porque me amáis, porque estáis conmigo… Éste es el sentido de la vida cristiana: compartir la misma suerte de Cristo. El problema se agranda cuando son personas buenas las que hacen sufrir a los demás. Pero si estamos en las manos de Dios Amor, no podemos estar en mejores manos. Él se cuida de todo, con tal de que nos dejemos sorprender por él. Nos juzga el Amor.

*En el día a día con la Madre de Jesús: En la historia de las apariciones marianas se puede observar una constante: Ella se hace presente y, como buena Madre, no deja solo a ninguno de sus hijos "pequeños": "¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?" (a San Juan Diego). El "mensaje" es ella misma con su ternura de Madre.

Nueva Evangelización: "Ojalá el mundo actual pueda recibir la Buena Nueva, no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo" (Evangelii Gaudium n.10; cita textual de EN n.80)