lunes, 4 de noviembre de 2013

Muhammad en la Biblia (Antiguo y Nuevo Testamento): - ReL


Muhammad en la Biblia (Antiguo y Nuevo Testamento):

Siguiendo las explicaciones del libro "Una breve guía ilustrada para entender el Islam", en el Corán (Sura 46:10) "Di: ¿Qué os parece? Si procede de Alá y vosotros no creéis en él, mientras que un testigo de entre los Hijos de Israel atestigua su conformidad y cree, en tanto que vosotros sois altivos... Alá no dirige a la gente impía", se hace una confirmación verdadera de las escrituras previas descaradamente; siendo Muhammad un cumplimiento de la revelación de Moisés mismo, según (Deuteronomio 18:15-19) "Un profeta como yo te levantará tu Dios, de en medio de Ti, de tus hermanos; a Él oiréis. Conforme a todo lo que pediste a tú Dios, en el Horeb, el día de la asamblea, al decir: no vuelva yo a oír la voz de mi Dios, ni vea yo más este gran fuego para que no muera, y Dios me dijo: Bien está eso que han dicho. Un profeta como tú les levantaré en medio de sus hermanos; pondré mis palabras en su boca y él les dirá todo lo que Yo le mande. Pero a cualquiera que no oiga las palabras que él pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuenta". Analizamos estos versos, y vemos que el Profeta esperado debe de ser entre los hermanos de Moisés, es decir israelita, posee similitud a Moisés, y tiene el Poder y la Palabra de Dios. Primero, no se puede discutir que Muhammad, fue descendiente de Ismael (Ismael fue el hermanastro de Isaac, hijo de Abraham), que no tiene nada que ver con Moisés y su pueblo, el pueblo judío de Israel. Siglos antes de que naciera Muhammad, el apóstol Pedro aplicó a Jesucristo ante una muchedumbre de judíos que se encontraba en el templo. Eso tuvo lugar poco después del Pentecostés del año 33, cuando Pedro y Juan curaron a un mendigo que era inválido de nacimiento. Al verlo caminar, la gente se quedó maravillada, casi fuera de sí, y corrió hacía los apóstoles para averiguar cómo había sucedido aquello. Entonces, Pedro les explicó que este milagro se debía al espíritu Santo que Jesucristo le había otorgado. Y a continuación citó una profecía de las Escrituras Hebreas y la aplicó a Jesucristo. Estas fueron sus palabras (Hechos 3:19-25) "Arrepiéntanse, por lo tanto, y vuélvanse para que sean borrados sus pecados, para que vengan tiempos de refrigerio de parte de la persona de Dios y para que él envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús, a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo. De hecho, Moisés dijo: Dios les levantará a ustedes de entre sus hermanos un profeta semejante a mí. Tienen que escucharle conforme a todas las cosas que él les hable. En verdad, cualquier alma que no escuche a ese Profeta será completamente destruida de entre el pueblo. Y todos los profetas, de hecho, desde Samuel en adelante y los que siguieron en sucesión, cuantos han hablado, también han declarado estos días patentemente. Ustedes son los hijos de los profetas y del pacto que Dios pactó con sus antepasados, al decir a Abrahán: 'Y en tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra'. A ustedes primero Dios, después de haber levantado a su Siervo, lo ha enviado para que los bendijera, apartando, a cada uno, de sus hechos inicuos".


stagduran
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