De Corazón a corazón: 2Mac 7,1-2.9-14 ("Dispuestos a… morir con la esperanza de ser resucitados de nuevo por Él"); 2Tes 2,16-3,5 ("Que la Palabra de Dios siga propagándose"); Lc 20,27-38 ("Son como ángeles, hijos de Dios… un Dios de vivos")

Contemplación, vivencia, misión: Los siete jóvenes "macabeos", con su madre, murieron mártires, con la esperanza de resucitar a una nueva vida. Nos preguntamos cómo será el "más allá" y hacemos nuestras cábalas. Basta con saber que participaremos de la misma vida de Dios Amor, que trasciende nuestra imaginación y nuestras pesquisas. El sentido de nuestra vida y de nuestra muerte (nuestro "paso" a la nueva vida) sólo se encuentra en Cristo resucitado.

*En el día a día con la Madre de Jesús: La Palabra de Dios, escuchada humildemente con apertura de corazón (cfr. Lc 2,19.51), transforma la existencia personal y comunitaria, y nos prepara para una vida definitiva en Cristo resucitado.

AÑO DE LA FE: "La fe se vive dentro de la comunidad de la Iglesia, se inscribe en un « nosotros » comunitario" (Lume Fidei,n.43).