De Corazón a corazón: Sab 7,22-8,1 ("La sabiduría… es una imagen de la bondad de Dios… forma amigos de Dios… gobierna el universo"); Lc 17,20-25 ("El Reino de Dios viene sin dejarse sentir… ya está entre vosotros")

Contemplación, vivencia, misión: El "Reino de Dios" es siempre el mismo Jesús, su mensaje y los dones salvíficos que nos trae. Está presente en los signos eclesiales (escondido), en el corazón de cada creyente (llamando a la puerta), en el corazón de cada ser humano (esperando). Está "cerca", está "presente", nos espera, nos envía, nos llama para un encuentro definitivo. Él es la "sabiduría" personal o expresión personal del Padre, reflejo de su luz (en el amor del Espíritu Santo), amigo de los hombres.

*En el día a día con la Madre de Jesús: Cuando las manos de María "envolvían en pañales" al niño Jesús para "recostarlo en un pesebre" (Lc 2,7), su corazón maternal latía al unísono con los amores del Hijo Redentor nuestro, con una repercusión salvífica en toda la historia.

AÑO DE LA FE: "Al tratarse de una luz, la fe nos invita a adentrarnos en ella, a explorar cada vez más los horizontes que ilumina, para conocer mejor lo que amamos" (Lumen Fidei, n.36)