Frases clave de Bta. Mª INÉS TERESA ARIAS (memoria litúrgica 22 junio 2013)

"Para llevar a cabo las cosas que él quiere confiarnos, por grandes que nos parezcan y superiores a nuestras fuerzas, lo único que necesitamos es una fe inmensa en el poder de Dios, en su sabiduría, en su bondad" (Experiencias, Hombre poca fe..., p.90)

"Jesús mío, yo creo a pesar de todo; creo en tu amor, en tu providencia, en tu misericordia; yo oigo siempre en el fondo de mi alma aquel; «No temas, ten fe solamente», que dirigiste a Jairo" (Experiencias, Hombre de poca fe..., p.91).

"Entonces, lo que nos falta solamente es fe. Con ella tenemos a nuestra disposición los tesoros de Dios; con él, somos omnipotentes" (Experiencias, Estudio sobre la Regla, p.254).

"Para arrancar prodigios a su amor, a su misericordia, él no quiere, no necesita otra cosa que: creamos en su amor, en su misericordia, que pidamos humildemente, con fe viva, la gracia que deseamos, en la seguridad que la obtendremos (si es para nuestro bien) en toda su plenitud. Y si lo que pedimos no nos conviene, él sabrá escogernos otra mejor, que nos indemnizará de aquella" (Experiencias, María ha escogido, p.106).

"Todos los misterios divinos, que se tornan, por la celestial claridad de la fe, mas resplandecientes que la luz de medio día" (Experiencias, Diario 1944, p.148).

"Una cosa es la fe, creer en los misterios que nuestro Señor Jesucristo nos ha revelado ¡es una cosa tan grande esta fe! Pero el espíritu de fe también, que nos hace encontrar a nuestro Señor… en todos los acontecimientos de nuestra vida. Este espíritu de fe nos hará ver, llegar fácilmente a la santidad, porque es hacer en todo momento su santísima voluntad" (Consejos, 27 diciembre 1980).

"Quien vive de fe, vive de amor práctico" (Ejercicios 1941). "Tengo bien entendido, hace muchos años, que la virtud de la fe, unida a la caridad, son las que dan a nuestras acciones todas, el mérito, el valor... Y el alma que está ejercitada en este espíritu de fe, no se espanta de los acontecimientos por desastrosos que parezcan; acude al Señor, eso sí, en demanda de ayuda" (Ejercicios, 1936, p.353).

"Por esto nuestra fe tiene que ser muy viva, vivida intensamente y plena de confianza en un Dios que es amor, en la certidumbre de que su evangelio no cambia, ni cambiará" (Colectivas, enero 1970, IV).

"Aunque el alma esté agitada por todos los vientos; aunque la tempestad parezca inundar la débil barquita; aunque el cielo esté encapotado; aunque la furia de la tempestad haga de la pobre barca un juguete, no puede temer, si la fe sigue iluminando su sendero; si la fe es el faro luminoso que la llevará al puerto; si María, la dulce estrella de los mares, la conduce" (Experiencias, Estudio sobre la Regla).

"Este grano de mostaza es para nosotras la fe, esa virtud teologal que, practicada más y más puede hacer de ese granito sembrado en el surco, un frondoso árbol en donde vengan a posarse las aves del cielo. Si por la intensidad de nuestra fe, hacemos de nuestra oración un centro de atracción, en donde el mismo Dios se vea obligado a descender, derramando allí los torrentes de sus gracias, para que a su vez se desborden en favor de las almas, entonces, sí que tendrá cumplimiento en nosotras esta parábola" (Experiencias, Estudio sobre la Regla).

"Epifanía… Yo le llamaría el día de la fe; de esa fe que hace dulce todo acontecimiento, por doloroso que sea; esa fe que nos muestra siempre la mano providente de Dios señalándo­nos lo que espera de nosotras; esa fe que no se arredra por las dificultades previstas y que le hace confiar, que le hace amar cuanto encuentra de bueno en su camino... como los Magos" (Circular, 6 enero 1976).