De Corazón a corazón: Ba 1,15-22 ("Nos abruma hoy la vergüenza…  Cada uno según el capricho de su corazón"); Lc 10,13-16 ("Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha")

Contemplación, vivencia, misión: ¡Cuántos disparates en la historia humana! Y no obstante, Jesús asume nuestra historia para lavarla en su corazón. Y es capaz de hacer de un estropajo, el instrumento de su misericordia y de su misma voz. El profetismo cristiano si no es humilde y no vive en sintonía con este amor de Jesús, no es profetismo, sino caricatura. Todos estamos llamados a ser "profecía" del amor misericordioso de Dios para los demás, y poder decir a todos y a cada uno, casi siempre en silencio de servicio y donación: "Dios te ama".

*En el día a día con la Madre de Jesús: El "profetismo" de María sigue siendo actual: "Haced lo que Él os diga" (Jn 2,5).

AÑO DE LA FE: "La fe no es algo privado, una concepción individualista, una opinión subjetiva, sino que nace de la escucha y está destinada a pronunciarse y a convertirse en anuncio. En efecto, « ¿cómo creerán en aquel de quien no han oído hablar? ¿Cómo oirán hablar de él sin nadie que anuncie? » (Rom 10,14)" (Lumen Fidei, n.22).