De Corazón a corazón: 2Re 5,14-17 ("Naamán - leproso - en las aguas del Jordán… quedó limpio"); 2Tm 2,8-13 ("Si hemos muerto con Él, viviremos con Él"); Lc 17,11-19 ("Diez leprosos… «Ten compasión de nosotros»")

Contemplación, vivencia, misión: La cercanía de Jesús ilumina, purifica, sana. Si se lee o escucha el evangelio con el corazón abierto, se encuentra a "alguien" que comparte nuestros avatares. Pero el encuentro se realiza en la autenticidad de reconocer la propia realidad (aunque fuera la "lepra") ante la mirada amorosa del Señor. El "bautismo" nos "injertó" (nos "sumergió") en la misma vida, muerte y resurrección de Cristo. Ya nunca más vivimos solos.

*En el día a día con la Madre de Jesús: El Rosario (como momento mariano de nuestro día) es el "compendio de todo el evangelio" (Pío XII, Pablo VI). Si está Ella, está el Señor.

AÑO DE LA FE: "Recuperar la conexión de la fe con la verdad es hoy aun más necesario, precisamente por la crisis de verdad en que nos encontramos. En la cultura contemporánea se tiende a menudo a aceptar como verdad sólo la verdad tecnológica" (Lumen Fidei, n.25).