De Corazón a corazón: Rom 2,1-11 ("La bondad de Dios te impulsa a la conversión"); Lc 11,42-46 ("Dejáis a un lado la justicia y el amor de Dios")

(Contemplación, vivencia, misión: Cuando se ha experimentado la benignidad del Señor, no caben las actitudes hipócritas. Es él quien asume nuestra vida para impregnarla de la suya, que es amor. Esta maravilla de cada ser humano está por encima de todos nuestros adornos y pegotes que no sirven para nada, sino para perder el tiempo y originar problemas artificiales.

*En el día a día con la Madre de Jesús: El Rosario "concentra en sí la profundidad de todo el mensaje evangélico, del cual es como un compendio. En él resuena la oración de María, su perenne Magníficat " (Bto. Juan XXIII, RVM 1). AÑO DE LA FE: "El amor no se puede reducir a un sentimiento que va y viene. Tiene que ver ciertamente con nuestra afectividad, pero para abrirla a la persona amada e iniciar un camino, que consiste en salir del aislamiento del propio yo para encaminarse hacia la otra persona, para construir una relación duradera; el amor tiende a la unión con la persona amada" (Lumen Fidei, n.27).