De Corazón a corazón: Hech 20,28-38 ("Os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios… hay más alegría en dar que en recibir"); Jn 17,11-19 ("Como tú me has enviado… yo también los he enviado… por ellos me santifico - me inmolo- a mí mismo").

Contemplación, vivencia, misión: La vida de los discípulos y apóstoles de Jesús es de donación plena e incondicional como fue la suya. No existe otra "misión" que la misma que él vivió, amasada de donación y gratuidad, guiada por el Espíritu de amor. "Si no está el Espíritu Santo, todo es perdido" (S. Juan de Ávila, Sermón 28). "Todos nosotros, una vez recibido el único y mismo Espíritu, a saber, el Espíritu Santo, nos fundimos entre nosotros y con Dios" (S. Cirilo de Alejandría, Com. Evangelio de San Juan)

*En el día a día con la Madre de Jesús: Estos días antes de Pentecostés son días de Cenáculo, en sintonía y oración con María: "En ella, « templo del Espíritu Santo », brilla todo el esplendor de la nueva criatura" (Bto. Juan Pablo II, Vita consecrata 28).