De Corazón a corazón: Hech 9,26-31 ("Las Iglesias... estaban llenas de la consolación del Espíritu Santo"); 1Jn 3,18-24 ("Amemos con obras... Su mandamiento es que nos amemos unos a otros"); Jn 15,1-8 ("Yo soy la vid... El que permanece en mí y yo en él, éste da mucho fruto")

Contemplación, vivencia, misión: El camino de Pascua es escuela de intimidad con Cristo resucitado presente. Es relación con Él, amistad, sintonía, imitación, configuración, transformación. Fuera de esta órbita cristocéntrica, todo sería caos, fracaso y esterilidad. La paz en el mundo se siembra desde un corazón unificado por el Espíritu de amor. En realidad, un corazón dividido sería fuente de desunión y de litigios en cualquier comunidad humana y eclesial. La sonrisa verdadera, que desarma todas las enemistades, nace de la verdad de la donación, al estilo del amor de Cristo.

*En el día a día con la Madre de Jesús: Élla "en esta tierra, hasta que llegue el día del Señor (cfr. 2Pe 3,10), antecede con su luz al Pueblo de Dios peregrinante como signo de esperanza y de consuelo hasta que llegue el día del Señor" (LG 68). Cuando un cristiano hace de la vida un "sí", como el de María, Jesús nace en él y, por él, en muchos corazones, por obra del Espíritu Santo.