De Corazón a corazón: 2Re 2,1-14 ("Eliseo tomó el manto de Elías"); Mt 6,1-6.16-18 ("Tu Padre, que ve en los secreto, te recompensará")
Contemplación, vivencia, misión: La "familia" humana es o tiende a ser "comunión" solidaria, a modo de reflejo de la "comunión" familiar de Dios Amor (Padre, Hijo, Espíritu Santo). En Cristo, somos todos coherederos y vasos comunicantes, si el egoísmo y el personalismo no lo impiden. Las gracias o carismas recibidos por cada uno, son para el bien de toda la familia. La actitud más coherente es la de relación con Dios y con los hermanos, en solidaridad, servicio y gratuidad, dejando de lado la autosuficiencia y los feudalismos.
*En el día a día con la Madre de Jesús: Dios nos ama y nos acompaña, como un Padre lleva de la mano a su pequeño y lo estrecha contra su corazón. María oyó de los labios de Jesús la expresión "mi Padre" (Lc 2,49) y a ella nos encomendó como hijos, cuando él se ponía en manos del Padre (Lc 23,46).
*Alegría del Evangelio, renovación misionera: "Algunos dejan de vivir una pertenencia cordial a la Iglesia por alimentar un espíritu de «contiendas». Más que pertenecer a la Iglesia toda, con su rica diversidad, pertenecen a tal o cual grupo que se siente diferente o especial" (Evangelii Gaudium, n.98)
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