De Corazón a corazón: 1Re 21,17-29 (castigo de Acab); Mt 5,43-48 ("Amad… sed perfectos – misericordiosos - como vuestro Padre")

Contemplación, vivencia, misión: La luz del sol que nos ilumina es mensaje del amor de Dios; esa luz es "suya", como lo es el aire que respiramos y el presente histórico que vivimos. Nuestra arcilla es quebradiza, pero todavía moldeable. El amor de Dios sólo espera un pequeño gesto de verdadero arrepentimiento para remodelarnos de nuevo. Cada persona es recuperable porque es una historia de un amor eterno. La perfección humana consiste en ser reflejo de este amor y misericordia divina para con todos los hermanos, especialmente los más pequeños. Respiramos y caminamos inmersos en el mismo amor eterno que nos renueva. Las "bienaventuranzas" se engloban entre dos afirmaciones: "Bienaventurados los pobres", "amad... como vuestro Padre". Es el resumen de la vida de Jesús.

*En el día a día con la Madre de Jesús: La verdadera "conversión" consiste en "abrirse" a este proyecto de Dios sobre cada persona, aunque se trate de un estropajo. Dios Amor, que hace salir "su" sol sobre cada uno, nos dice también por medio de Cristo: "he aquí a tu Madre".

*Alegría del Evangelio, renovación misionera: "¡Dios nos libre de una Iglesia mundana bajo ropajes espirituales o pastorales! Esta mundanidad asfixiante se sana tomándole el gusto al aire puro del Espíritu Santo… ¡No nos dejemos robar el Evangelio!" (Evangelii Gaudium, n.97)