De Corazón a corazón: Dan 9,4-10 ("A nosotros la vergüenza en el rostro… al Señor la piedad y el perdón"); Lc 6,36-38 ("Sed misericordiosos como vuestro Padre")

Contemplación, vivencia, misión: Dios Amor e así: se apiada con ternura de madre cuando reconocemos nuestros pecados y defectos. "Su sol" nos lo da a todos sin distinción. Vivimos entre dones innumerables de su amor. Nuestra ceguera y nuestro sonambulismo se curan mirando a los demás como hijos amados de Dios. Si cerramos el corazón a los hermanos, no es posible "creer" de verdad en Dios ni tampoco hablar de él con autenticidad y coherencia.

*En el día a día con la Madre de Jesús: María vivió su "día a día" dejando entrar la luz del "sol" (la "mirada" de Dios) en su propia "nada". Así lo expresó en su canto del "Magníficat", cuando llevaba a Jesús (la misericordia) en su seno para bien de "todas las generaciones".

*Alegría del Evangelio, renovación misionera: "Sin disminuir el valor del ideal evangélico, hay que acompañar con misericordia y paciencia las etapas posibles de crecimiento de las personas que se van construyendo día a día" (Evangelii Gaudium, n.44)