De Corazón a corazón: Gen 2,7-9; 3,1-7 ("La mujer tomó del fruto del árbol y comió y dio también a su marido"); Rom 5,12-19 ("Por la obediencia de uno solo todos serán constituidos justos"); Mt 4,1-11 ("Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo").

Contemplación, vivencia, misión: El camino de la vida es camino de pruebas o "tentaciones". El ser humano ha sido creado a "imagen" de Dios, pero debe construirse en "libertad", que consiste en la verdad de la donación. Desde nuestros primeros padres hasta hoy, todo ser humano está llamado a construirse en la verdad y en el amor. Los éxitos y los fracasos de cada uno repercuten en toda la humanidad. Jesús, Dios hecho hombre, ha querido participar de esta lucha de la vida, dejándose "tentar" por el espíritu del mal y por las opiniones equivocadas de su época sobre el Mesías: éxito inmediato, honor, riqueza, poder… Nos ha salvado por medio de su "obediencia" y fidelidad al Padre en el amor del Espíritu Santo.

*En el día a día con la Madre de Jesús: La "llena de gracia", la Inmaculada, no tuvo el pecado original, pero toda su vida fue vivir de sorpresa en sorpresa, haciendo de su existencia un "sí" en nombre nuestro.

*Alegría del Evangelio, renovación misionera: "La tentación aparece frecuentemente bajo forma de excusas y reclamos, como si debieran darse innumerables condiciones para que sea posible la alegría" (Evangelii Gaudium, n.7).