De Corazón a corazón: 1Re 11,29-32; 12,19 (División del pueblo: Israel y Judá)); Mc 7,31-37 (“Se abrieron sus oídos… y hablaba correctamente”)

Contemplación, vivencia, misión: El hombre se volvió sordo y mudo. Lo que hubiera tenido que ser “sorpresa”, se convirtió en “susto”. Pero el amor de Dios es infinito. Su cercanía se renovó en Jesús, su Hijo, que se acerca con amor para abrir nuestro corazón al amor, curándolo de la ceguera, de la sordera y de la mudez. El ser humano está llamado por el Amor a escuchar y responder. Dios es el primero en entrar en esta relación interpersonal con un “sí”, de escucha y respuesta, que da sentido a nuestra existencia. Cuando falta esta escucha y respuesta armónica, el corazón y la sociedad se hacen añicos, produciendo rupturas y tragedias, personales y comunitarias, de consecuencias imprevisibles.

*En el día a día con la Madre de Jesús: La vida es un “sí”, de escucha y respuesta, como el “sí” de María.

*Alegría del Evangelio, renovación misionera: “La comunidad evangelizadora gozosa siempre sabe «festejar». Celebra y festeja cada pequeña victoria, cada paso adelante en la evangelización” (Evangelii Gaudium, n.24). Para la fiesta de los Santos Cirilo y Metodio, ver Año Litúrgico (Santos)