De Corazón a corazón: Hech 5,17-26 ("Id y decid al pueblo todo lo referente a esta nueva vida"); Jn 3,16-21 ("Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único")

Contemplación, vivencia, misión: Quien se ha dejado conquistar por Cristo, ya no puede prescindir de él. En Jesús, desde la Encarnación hasta la cruz, todo es epifanía personal de Dios Amor. Con esta perspectiva, la creación y la historia se insertan en un designio de amor. Es la "nueva vida". Dios se nos da él mismo en sus dones. Las expresiones pasan, como se marchitan las flores. La Palabra amorosa de Dios (que es Jesús) ya no pasa.

*En el día a día con la Madre de Jesús: Este "misterio" abre sus secretos a quien se une al "sí" de María. "A partir del «fiat» de la humilde Esclava del Señor, la humanidad comienza su retorno a Dios" (Pablo VI, MC 28)

AÑO DE LA FE: "Tomás reconoce su propia pobreza, la poca fe: «Señor mío y Dios mío»: con esta invocación sencilla, pero llena de fe, responde a la paciencia de Jesús. Se deja envolver por la misericordia divina, la ve ante sí, en las heridas de las manos y de los pies, en el costado abierto, y recobra la confianza: es un hombre nuevo, ya no es incrédulo sino creyente" (Papa Francisco, 7 abril 2013, en San Juan de Letrán)