De Corazón a corazón: Hech 5,27-33 "Nosotros somos testigos y también el Espíritu Santo que ha dado Dios a quienes le obedecen"); Jn 3,31-36 ("Da el Espíritu sin medida... El que cree en el Hijo tiene vida eterna")

Contemplación, vivencia, misión: Sólo existe un "presente", el de Dios Amor, que no pasa. Nuestro tiempo "presente" (el único que tenemos) es un ensayo para entrar en el "presente" definitivo de Dios. Creer en Jesús, es adherirse personalmente a Él, conocerle amando, vivir en Él, aquí y ahora. Esta fe, que Dios siembra de algún modo en todos los corazones, es la que lleva a la "vida eterna".

*En el día a día con la Madre de Jesús: El mismo Espíritu Santo que formó a Jesús en el seno de María, que ha inspirado las Escrituras y que guía a la Iglesia, es quien alienta en todos los corazones (sin excepción) la búsqueda auténtica de la verdad y del bien, que siempre conduce al encuentro con Cristo.

AÑO DE LA FE: "Desde los primeros días de la Iglesia, es firme y clara la fe en el misterio de la muerte y resurrección de Jesús" (Papa Francisco, 3 abril 2013).