De Corazón a corazón: Gal 2,1-2.7-14 (Pablo "apóstol de los pueblos"); Lc 11,1-4 ("Cuando oréis, decid: Padre")

Contemplación, vivencia, misión: Ya no hay fronteras en el corazón cuando se vive en sintonía con Cristo. Los dones, recibidos para compartir, son una vocación y una misión que da sentido a la vida. El panorama se abre al infinito cuando se puede decir "Padre" a Dios, en unión con todos los hermanos. Las vocaciones son distintas, como partes integrantes de un mismo mosaico maravilloso por su policromía, armonía y variedad. Puede haber roces y tensiones, pero todo se suaviza y restaña amando a los demás con el mismo amor con que el Señor nos ha amado.

*En el día a día con la Madre de Jesús: "La meditación diaria de los misterios de Cristo en unión con María, la Virgen orante, nos fortalezca a todos en la fe, en la esperanza y en la caridad" (Benedicto XVI, Angelus, 3 octubre 2020).