De Corazón a corazón: Sir 48,1-4.9-11 ("Sus palabras - de Elías - eran fuego encendido"); Mt 17,10-13 ("Elías ya ha venido… y lo trataron a su antojo")

Contemplación, vivencia, misión: Cada persona humana está llamada a dejar una huella imborrable de Dios Amor. Los profetas, como Elías, tenían una misión especial con vistas a preparar la venida de Cristo; no se amilanaron ante las intimidaciones y dificultades. Juan Bautista es el último eslabón del profetismo del Antiguo Testamento, como Precursor de Cristo ya presente. Para transparentar a Cristo ("pan de vida") y ser expresión de su amor, hay que aprender a no buscarse a sí mismo y a dejarse triturar como los granitos de trigo en el molino. Jesús ha querido correr nuestra suerte histórica, para poder decirnos: "te acompaño".

*En el día a día con la Madre de Jesús: María, con Jesús en su seno, preparó su nacimiento ocupada en los detalles cotidianos de trabajo y convivencia, siempre abierta a la sorpresa de Dios.

AÑO DE LA FE: "La fe cristiana no es adhesión a un dios genérico o indefinido, sino al Dios vivo que en Jesucristo, Verbo hecho carne, ha entrado en nuestra historia y se ha revelado como el Redentor del hombre" (Benedicto XVI, 1 diciembre 2012)