martes, 26 de mayo de 2015

«¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!»

Lectura del santo Evangelio según san Marcos 10, 46-52
 
Cuando Jesús salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud, el hijo de Timeo -Bartimeo, un mendigo ciego- estaba sentado junto al camino. Al enterarse de que pasaba Jesús, el Nazareno, se puso a gritar: «¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!» Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: «¡Hijo de David, ten piedad de mí!» 
Jesús se detuvo y dijo
: «Llámenlo.» Entonces llamaron al ciego y le dijeron: «¡Animo, levántate! El te llama.» Y el ciego, arrojando su manto, se puso de pie de un salto y fue hacia él. 
Jesús le preguntó:
«¿Qué quieres que haga por ti?»
El le respondió: «Maestro, que yo pueda ver.» 
Jesús le dijo:
«Vete, tu fe te ha salvado.» En seguida comenzó a ver y lo siguió por el camino
 
Palabra del Señor.

stagduran
Enviado desde mi iPad

No hay comentarios:

Publicar un comentario